CEMENTERIO DE LA SALUD
Contexto histórico
El Cementerio de La Salud quedó habilitado como espacio de inhumación en el año 1833 en sustitución de los cementerios parroquiales operantes intramuros, construyéndose el recinto cementerial sobre terrenos adyacentes a la Ermita de la Salud de la que recibe el nombre y que sería incorporada al mismo en 1844 como capilla.
Entre los años 1849 y 1850 el cementerio conoce la primera de sus ampliaciones en dirección norte incorporando terrenos propiedad de la ermita. Las ampliaciones sucesivas, dada la proximidad del arroyo del Moro se efectuarán sin embargo en dirección oeste, incorporando los terrenos de labor que rodeaban al recinto. Estas se realizarán a lo largo del siglo XIX (1882, 1897, 1902) quedando conformado el cementerio en su fisonomía actual a raíz de la ampliación de 1937 sobre la que se construye la zona alta (cuadros de Trinidad, San Demetrio, San Plácido y San Dimas).
Parece que la dinámica de empleo del espacio se mantiene en el tiempo desde la inauguración del cementerio. Los enterramientos en sepulturas de suelo conviven con la apertura de espacios para zanjas o fosas que servirían tanto para las inhumaciones de caridad a cuenta del Ayuntamiento, su empleo para enterramientos colectivos en caso de epidemia, como para albergar restos exhumados y remociones, haciendo así las veces de osario. Agotadas las zanjas estas serían colmatas (se documenta para una zanja colmatada entre 1924 y 1925 la deposición de tierra compacta que alcanzaría una potencia de un metro ochenta entre el nuevo nivel de uso y el techo de fosa) reconvirtiéndose en cuadros parcelados para su empleo en sepulturas de suelo, sujetos a las normas y derechos propios de este tipo de enterramientos.
Desde 1849 se documentan nueve hitos en la apertura de fosas, vinculados la mayoría de ellos a los momentos de ampliación del camposanto. La última apertura registrada se habría efectuado en el año 1930. A través de una noticia publicada en La Voz (Córdoba) del dos de noviembre de 1934 se documenta gráficamente el espacio y características de la fosa común. Aunque no es seguro que corresponda con el espacio abierto en 1930, hay indicios para pensar que se habría mantenido en uso hasta 1936, lo que nos llevaría a ubicarla entre los actuales cuadros de Virgen de los Dolores y Santa Bárbara.
Realizamos esta afirmación en base a la cronología propuesta de empleo de los cuadros adyacentes a los de Virgen de los Dolores-Santa Bárbara. Mientras que las sepulturas en tierra en el Cuadro Cuarto (anexo en el lado Este y en cota inferior, separado por un muro medianero contemporáneo a la colmatación de Virgen de los Dolores) parecen estar agotadas para el verano de 1936, realizándose la última de las inhumaciones en éste el día 20 de julio –de modo que habría que considerar como objeto de estudio únicamente las sepulturas 85-88 en las que se entierra entre los días 18 y 20 de julio-; este es el momento del primer uso de las sepulturas ubicadas en los cuadros de San Cayetano (agosto 1936), San Ramón (agosto-septiembre 1936) y San Cipriano (septiembre 1936-enero 1937) en las que se inhuman tanto a personas represaliadas como a fallecidos ordinarios. De ello parece inferirse que son espacios de reciente colmatación, con lo que la clausura de las fosas ubicadas en ellos habría sido relativamente reciente en el tiempo, operándose por tanto en el verano de 1936 sobre la fosa de Virgen de los Dolores-Santa Bárbara, en el momento constituido como cuadro único. Así mismo parece que la apertura de las zanjas se habría realizado en base a una división en cuadriculas de acuerdo a la posterior división en cuadros., lo que nos daría pistas sobre el posterior uso de las fosas en la Zona Alta.
El incremento en la actividad del cementerio en el último semestre de 1936 se ha documentado a través de las ampliaciones extraordinarias en el presupuesto destinadas a sufragar el costo de personal y materiales. El pico en ambos casos se concentra entre agosto y septiembre, momento álgido de la represión en caliente, reduciéndose en los meses subsiguientes. Esto se traducirá en el agotamiento del espacio disponible en la zanja abierta en el cuadro Virgen de los Dolores-Santa Bárbara, planteándose la cuestión de una necesaria ampliación ante la Comisión Gestora a finales de año y que conducirá a la última ampliación del recinto para febrero de 1937.
Se sugiere así una cronología de uso del espacio de Virgen de los Dolores-Santa Bárbara que se inauguraría con la apertura de la zanja en torno a 1930/1934 manteniendo inicialmente su uso ordinario hasta julio de 1936. A partir de este momento comienza la inhumación de represaliados en la zanja –de manera sincrónica a las inhumaciones en tumbas de suelo en los cuadros adyacentes- que se combina presumiblemente con los usos normales del espacio. Esta actividad se prolongaría hasta inicios de 1937 con la incorporación al cementerio de los cuadros que componen la zona alta, trasladándose allí la apertura de nuevas fosas. A partir de este momento comienza la colmatación del espacio que queda parcelado en dos nuevos cuadros: Santa Bárbara y Virgen de los Dolores.
El cuadro de Santa Bárbara se ubica en el extremo oriental de la antigua parcela, lindando con la cerca del cementerio anterior a la ampliación de 1937. El espacio se parcela en un total de 80 tumbas de suelo, destinadas a la sepultura de los soldados sublevados muertos en el frente. La primera de las inhumaciones se fecha el 23 de mayo de 1937, antecediendo en más de un año al uso de Virgen de los Dolores para este mismo fin. El agotamiento del espacio en el cuadro, tras la última inhumación el 10 de septiembre de 1937 (con la salvedad de las realizadas en 1993), motivará la creación del cuadro militar de San Sancho en el que nos encontramos todavía tumbas de 1937.
El empleo del cuadro de Virgen de los Dolores para la inhumación de enterramientos normalizados se inicia en septiembre de 1938, documentando tres fases de uso que implican la exhumación periódica de restos por falta de pago o traslado de los mismos: 1)septiembre 1938-enero 1939; 2) noviembre 1948-marzo 1949; 3) abril 1949-julio 1959.Entre los inhumados se encontrarían un total de siete víctimas de bombardeo. Dado que a diferencia del estudio realizado para otros cuadros no se incluyen en los estudios precedentes la relación con el uso de las tumbas, desconocemos cuantas de las 114 sepulturas se encuentran aún ocupadas.
Resultado de la ampliación de 1937 será la incorporación de la Zona Alta. Por el momento carecemos de información sobre el uso del espacio actualmente ocupado por la zona de servicio del cementerio (al sur), aunque por la fotografía aérea puede especularse un uso similar al de los restantes cuadros. El extremo norte, por su parte, sería destinado desde la ampliación a su uso como cementerio musulmán dada la necesidad de enterrar a los mercenarios marroquíes muertos en el frente. La elección de este cuadro se justifica por su posición marginal en el conjunto del cementerio y su proximidad al espacio anteriormente ocupado por el cementerio civil. En consecuencia, únicamente poseemos información sobre el espacio central conformado por los actuales cuadros de Trinidad, San Demetrio, San Plácido, y San Dimas.
Incorporada la zona alta al recinto cementerial en 1937, comienza el empleo de los mencionados cuadros para albergar la fosa común. Suponemos una secuencia de uso de los espacios similar a la de los restantes cuadros: excavación de la zanja, empleo de la fosa, colmatación, parcelación e inhumación en sepultura; que se habría iniciado en el actual cuadro de Trinidad siguiendo una secuencia cronológica de ocupación en dirección norte, encontrándose la última de las zanjas en el espacio ocupado por el actual cuadro de San Dimas. Esta apreciación se sustenta en la cronología de ocupación posterior de las sepulturas en tierra construidas en los referidos cuadros, así como a la referencia de la entrada de la zanja en el año 1938 en la cabecera del cuadro de San Ramón -lo que la situaría en el cuadro de San Demetrio- en el registro de inhumación de un recién nacido. En un momento no definido en los informes disponibles se habría erigido la línea de nichos que discurre sobre la tapia Oeste en la zona alta, conociéndose no obstante los trabajos de cimentación sobre los mismos acometidos en 1985 con la excavación de pozos de hasta 5,5 m que habrían afectado a las fosas subyacentes. De igual modo el extremo meridional de la zona alta se haría visto modificado por la pavimentación y habilitación de la zona de servicio.
Aunque existe un listado de víctimas de la represión en Córdoba, en este se contempla de manera unificada a los inhumados en ambos cementerios de la capital, con lo que hasta la actualización del listado hemos de conformarnos con la referencia de que los inhumados en el cementerio de La Salud superan el millar. Misma problemática encontramos en relación a la distribución por cuadros de las víctimas, estimándose como mínimo la presencia de unos cuatrocientos represaliados en el cuadro de Virgen de los Dolores. En base a los represaliados documentados a través de los de registros oficiales del cementerio Carmen Jiménez ofrece los siguientes cálculos:
Personas represaliadas e inhumadas en el cementerio de la Salud según el registro documental.
CUADROS DEL CEMENTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD DE CÓRDOBA OBJETO DE INHUMACIÓN DE REPRESALIADOS
Cuadro Cuarto
Cronología: abril-julio 1936.
Configuración: 88 sepulturas de suelo.
Observaciones: En el estudio se señala el interés por su situación colindante al cuadro de Virgen de los Dolores y la constancia de su empleo sincrónico a las inhumaciones en este (sepulturas 85-88).
Cuadro Virgen de los Dolores
Cronología: Tres fases de ocupación documentada.
1.Septiembre 1938-enero 1939.
2.Noviembre 1948-marzo 1949.
3.Abril 1949-julio 1959.
Configuración: 114 sepulturas de suelo. No se conocen exhumaciones de los cadáveres depositados en la primera fase de uso documentado.
Observaciones: Configurado a partir de la parcelación del cuadro anterior sobre el que estaría activa la fosa de 1936.
Cuadro de Santa Bárbara
Cronología: Fase única de ocupación entre mayo y septiembre de 1937.
Configuración: 80 sepulturas de suelo.
Observaciones: Configurado a partir de la parcelación del cuadro anterior sobre el que estaría activa la fosa de 1936. Se documentan una serie de exhumaciones e inhumaciones sin afección sobre los niveles de fosa.
Cuadro de San Cayetano
Cronología: Cuatro fases de ocupación.
1.Agosto 1936. Se inhuman 29 represaliados en sepulturas de sueloindividualizadas.
2.Noviembre-diciembre 1946.
3.Noviembre 1956-enero 1957.
4.1969-1970.
Configuración: 48 sepulturas de suelo. Actualmente 34 de ellas se encontrarían vacías al haberse exhumado o trasladado los restos.
Observaciones: Los represaliados habrían sido inhumados de manera normalizada respetando la configuración de sepulturas de suelo. Documentalmente únicamente se considera la permanencia de dos de los veintinueve: Manuel Aranda Pérez (sepultura 29) y Marcelino González Cabezas (sepultura 46).
Cuadro de San Ramón
Cronología: Varías fases de uso hasta 1990.
1.Agosto-septiembre 1936.
Configuración: 48 sepulturas de suelo. 12 de ellas delimitadas en superficie.
Observaciones: Intervenida en 2019. (Sepulturas 3-11; 22-23; 26-27; 41 y 46).
Cuadro de San Cipriano
Cronología: Varias fases de uso documentadas.
1.Septiembre 1936-enero 1937.
2.Enero –abril 1947.
3.Mayo- septiembre 1957.
4.Agosto-abril 1969.
Configuración: 156 sepulturas de suelo. 29 represaliados documentados en septiembre de 1936.
Observaciones: Los represaliados fueron inhumados de manera normalizada en enterramientos individualizados al haberse hecho cargo de ello los familiares. Con la salvedad de la sepultura 6 correspondiente a Luciano Gilbert Alonso (renovada en 1974) el resto habrían sido exhumados o trasladados.
Cuadro de La Trinidad
Cronología: Varias fases de uso documentadas.
1.Febrero-marzo 1942.
2.Junio- agosto 1952.
3.Enero-marzo 1963.
Configuración. 78 sepulturas de suelo. De ellas 33 se encontrarían actualmente vacías, no existiendo además referencias documentales a las sepulturas 2, 3, 6, 7, 22, 23, 26, 27,30 y 31.
Observaciones: En el estudio se específica únicamente la inhumación de un represaliado: Lucía García Valverde, fallecida en prisión en febrero de 1942 y enterrada en la sepultura 19. Se desconoce si fue exhumada.
Cuadro de San Demetrio
Cronología: Dos fases de uso documentadas.
1.Abril 1946-septiembre 1947.
2.Febrero-marzo 1957.
Configuración: 60 sepulturas de suelo.
Observaciones: Las sepulturas habrían albergado restos provenientes del cuadro de San Nicolás. Actualmente únicamente tres se encuentran ocupadas.
Objetivos generales del proyecto:
- Indagación, búsqueda y recopilación de la documentación existente para el conocimiento de las víctimas y la localización de los espacios de inhumación.
- Localización, delimitación y caracterización física y geomorfológica de los espacios de inhumación.
- Excavación e identificación de los depósitos osteológicos, documentando la materialidad y secuencia de los hechos criminales de acuerdo a los criterios metodológicos de la arqueología y antropología física.
- Exhumación de los restos de acuerdo a los protocolos de actuación establecidos por la administración central y autonómica.
- Estudio antropológico de laboratorio de los restos exhumados con fines periciales e identificadores.
- Estudio de los datos arqueológicos y materiales asociados a los restos recuperados.
- Elaboración de informes conducentes a la documentación de crímenes de lesa humanidad e identificación de víctimas.
- Difusión de las labores y resultados de los trabajos realizados.
Objetivos investigación histórica:
- Revisar el listado de víctimas con objeto de conocer la magnitud de la represión en Córdoba capital.
- Recopilar los datos antropométricos para la identificación de las víctimas.
- Recopilar testimonios orales sobre la guerra y la represión e integrar la memoria de las víctimas en el discurso historiográfico.
- Reconstruir las biografías e historias personales de las víctimas en restitución de las memorias silenciadas.
- Recopilar la documentación histórica sobre las víctimas y la represión en Córdoba.
- Vincular el cementerio como espacio de muerte y ocultación con otros espacios significativos de la memoria en la ciudad.
- Profundizar en la historia y evolución del recinto cementerial y de los espacios de inhumación en su interior.
- Construir y estructurar un relato integrador sobre la represión en Córdoba vinculándola con su contexto.
- Generar los recursos para la difusión de la memoria en perspectiva pedagógica y social.